Durante cuatro días consecutivos la Argentina vivió los festejos del bicentenario con todo. Capital Federal se vio colapsada por distintos factores, pero sólo con un objetivo, celebrar los doscientos años de aquella revolución de mayo de 1810.
Pase varios días en Buenos Aires, aunque debo resaltar los que fue y lo que viví el 24 de mayo minutos antes de las 00:00 hs; la masiva cantidad de gente cantando el himno y horas antes, la asistencia a los stand de las provincias, y a los diversos lugares donde se ofrecía comida y bebida típica de cada lugar.
Así debería ser siempre, encontrándonos a todos contentos y felices, unidos en el país en que nacimos, dejando de lado las diferencias y ayudándonos entre nosotros mismos, para salir adelante y continuar un camino que nos lleve a un proyecto de país donde todos seamos iguales.
Por mi parte, solo quiero decir una cosa, y es que a pesar del contexto en que algunas personas viven en nuestro país, la Argentina sonrió aunque sea por un momento breve, por un pequeño lapso, y eso es lo importante.
Festejar un Bicentenario donde todos nos sentimos identificados.
VIVA LA PATRIA!!
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